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Algo más que un Juego de Tronos


Todos quieren sentarse en él. Las peores traiciones e incontables crímenes se enconden detrás del trono de hierro. Un trono forjado con las espadas de los que cayeron antes de hacerse con la ansiada corona...

Intrigas. Asesinatos. Guerra. Traición. Sangre en abundancia. Sexo (a veces gratuito, a decir verdad). Y por si fuera poco, la amenaza invisible de un mal sin nombre que se cierne sobre todos los reinos, más allá de una misteriosa muralla donde el invierno jamás da tregua. Eso y mucho más ha resultado ser el nuevo juguete de HBO. Un juguete cuyo éxito es indiscutible.

Lo cierto es que había material para algo grande. Eso se intuye en cada escena, en cada conversación. Sin embargo, ¿ha cumplido las (enormes) expectativas? No las de los fans de los libros (pues no lo soy y no sabría decirlo), sino las de cualquier espectador.

Veamos...


Demasiado cortos se nos han hecho estos diez capítulos (además de que no soy partidario de temporadas tan cortas). Hace nada celebrábamos su aparición, hace nada comentábamos que el invieno acechaba, pero... ¿realmente ha llegado?

Ésa es mi primera crítica. La sensación de habernos quedado a medias. Por supuesto, no se van a cerrar todas las tramas de la serie, pero al menos yo, esperaba una rebelación de más allá del muro para cerrar esta temporada. Intuyo que será una trama por llegar, pero siendo la primera escena de la serie, además de mencionarse una y otra vez a lo largo de los capítulos, creo que no ha sido bien desarrollada.

Porque Juego de Tronos es una historia de mil tramas. Algunas más importantes, otras menos. Casi todas relacionadas con el ansia de poder. Y de esos mil personajes, algunos se han quedado a medio camino.

Las tramas políticas están abiertas. Duele ver desaprovechado a nuestro añorado Carcetti. La historia del muro, inconclusa (o apenas esbozada, diría). El enano no creo que haya sido aprovechado como se merece (quizá dé más juego en la segunda temporada en mitad de las intrigas palaciegas...). Ayra, Sansa... Personajes interesantes de los que espera muchísimo más. Eran demasiadas cosas para diez capítulos.

Así, las dos principales tramas hasta el momento han tenido como protagonistas a dos personajes muy distintos... o no tanto.


Eddard Stark.
El protagonista de esta primera temporada. Personaje arquetípico, hombre de honor y cabeza de familia, que se mete de lleno en la boca del lobo, en la guarida de las serpientes. Inocente, poco a poco va viendo cómo funciona la política, y lo descubre de la única forma posible.

Por supuesto, el final del noveno capítulo es mi pasaje favorito. Brutal. Genial.



Y luego está Daenerys. Historia secundaria que va ganando fuerza con los capítulos. El caso contrario a la parte del muro.

La odisea de esta muchacha virginal, vendida por su hermano al líder de un ejército de bárbaros para que le ayuden a recuperar el dichoso trono, es la otra gran trama. También ella, como Stark, deberá aprender a sobrevivir en un mundo que no es el suyo, con resultados muy diferentes.

Momentos como el anterior (sobrecogedor), el de cierta corona ardiente (simplemente genial), o el final (épico), rematando la temporada, hacen de la historia de Daenerys motivo más que suficiente para ver Juego de Tronos.


Con largos meses por delante hasta la segunda temporada, ¿qué poso ha dejado lo visto? Personalmente, menos del esperado. No puedo negar que se trata de una gran serie, en casi todos los sentidos. De hecho la he seguido con gran interés, y siempre tenía cosas que comentar, siempre había algún detalle que sobresalía.

Pero he visto demasiadas joyas para ensalzar ésta todavía. Le faltan demasiadas cosas. Y es que a veces lo que separa una gran serie (como puede ser la reciente Boardwalk Empire) de una joya (Los Soprano) es intangible, sutil. Si se pudiera embotellar, perdería su esencia.

Hay algo en estas nuevas series de la HBO que me chirría. Una teatralidad, una falsedad que se plasma en las imágenes, en los personajes.
Personajes que no parecían tal en series como Los Soprano, The Wire, Six Feet Under, In Treatment... No, parecían personas de carne y hueso, con historias fascinantes que te atrapaban. Esa genialidad no la veo en Boardwalk Empire o Game of Thrones. Quizá soy yo.

Pero sería injusto no reconocer lo que tenemos delante. Han sido diez portentosos capítulos, que han plantado una base. A ver si llega el invierno de una vez por todas. Para quedarse. Y entonces nos convence a todos.

Comentarios

  1. Me parece buena crítica de la primera temporada.
    Todos los fallos que acarrea la seria vienen traidos de los libros.
    En el primero libro (juego de tronos) acaba cuando salen los dragones, la guardia va más allá de Muro, etc.
    Es decir, que lo han dejado allí porque el primer libro acababa allí y quizá para los que ven la serie sin leer los libros creen que se ha quedado a mitad (a mi al leerlo también me lo pareció)
    Es complicado solucionarlo porque la saga está pensada como guerras de poder mientras acechan dos peligros. Por lo tanto es complicado cerrar una de las tramas para acabar una temporada

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