Middlesex, una Odisea moderna

Es un tema recurrente a lo largo de la corta historia de los Estados Unidos la búsqueda por parte de sus escritores de una especie de Grial que los obliga a luchar contra sus propias limitaciones, a mejorar siempre, a no conformarse jamás. A compararse entre ellos mientras avanzan por el mar embravecido y traicionero que es la literatura. No basta escribir un buen libro. No basta con escribir un gran libro. Hay que escribir la Gran Novela Americana.

Jeffrey Eugenides, nacido en Detroit en 1960, de ascendencia griega e irlandesa, es, sin lugar a dudas, uno de los escritores norteamericanos más interesantes. Y lo digo tras haber leído sólo dos libros suyos (ha escrito tres). Su primera novela, "Las vírgenes suicidas" (1993), me fascinó cada vez más a medida que me adentraba en esa hipnónica historia que encierra muchísima más verdad de lo que puede parecer a primera vista. Es una obra maestra, sin duda alguna. Con tantísimos detalles, tantísimo poso. Las hermanas Lisbon. Cómo olvidarlas.

Y entonces decidió que, por qué no, quería embarcarse en la creación de su propia Gran Novela Americana. Y esto es Middlesex. Un épico y grandioso libro que nos explica la odisea de una pareja, Lefty y Desmemona Stephanides (hermanos y amantes), desde su Smyrna natal hasta una Detroit descrita con una perfección como sólo puede hacerlo alguien enamorado de su ciudad. La guerra greco-turca de fondo. La mecanización del ser humano en fábricas americanas. Incontables referencias a la mitología griega. Y como toda la gran novela americana, la búsqueda de la felicidad de telón de fondo.

Y sobrevolándolo todo, por supuesto, el narrador. Calliope Stephanides de nacimiento, una preciosa niña a la que comparan con la mismísima Cleopatra. Un Cal con aspecto de mosquetero cuando nos narra su historia desde Berlín, ya mayor. Todo por culpa de un gen que su familia ha ido transmitiendo a lo largo de generaciones...

A partir de aquí, algunos detalles para los que hayan disfrutando con esta maravillosa novela. Por lo que he visto navegando un poco, HBO compró en 2009 los derechos de la novela para adaptarlos a la televisión. Sin embargo, a día de hoy parece algo congelado. Aunque me gustaría que mucha más gente conociera era increíble historia, tanto el miedo a la adaptación como su temática me hacen preferir que la odisea de los Eugenides... digo, Stephanides, quede en mi memoria tal y como está.

Me obliga la conciencia a dedicar unas palabras para alabar la prosa del autor. Una prosa meticulosa hasta el extremo, y sin embargo de una sencillez (aparente) que hace imposible no devorar página tras página hasta el final su obra. Y mientras avanzas, de tanto en tanto te das cuenta de lo que has leído, o de lo que había detrás de las palabras (me ha pasado en sus dos libros), y te das cuenta de esto es Gran Literatura. De que estás ante un magnífico escritor.

La siguiente frase, que leí en una crítica sobre esta obra maestra, define perfectamente lo que pienso de ella:

"Llamar a Middlesex una novela sobre un hermafrodita sería como llamar a La Odisea una historia sobre un tipo en un barco".

¿Es la Gran Novela Americana? Por supuesto que no. El concepto es tan absurdo como necesario. Pues buscando lo imposible consigues lo excelente. Esta es una deliciosa historia que se disfruta desde la primera a la última página. Que encierra decenas de historias que darían para un libro por sí solas. Personajes que jamás se olvidan. Desdemona y su cuchara. Milton y su bar clandestino. Callie. El Objeto.

Mención especial para el Objeto. La referencia a Ese Oscuro Objeto de Deseo, de Buñuel, tan divertida como apropiada. La mejor amiga de Callie, esa pelirroja que casi puedo visualizar si cierro los ojos, de la que casi me enamoré yo también (soberbio manejo de las descripciones) que pronto se convierte en algo más... Pero a decir verdad, no es sólo eso. Toda la adolescencia de Callie, su descubrimiento, su gradual conversión en Cal, incluso su huída, está tratado de una forma magnífica. Sin melodrama, con un ligerísimo humor que le da contrapunto perfecto a la temática. Eugenides utiliza toda su destreza como escritor para que empaticemos completamente con una persona que se enfrenta a una de las experiencias más traumática que imaginarse puedan...

Todo eso (y mucho más) hace de Middlesex una de las mejores novelas de los últimos años, un Premio Pulitzer merecidísimo, y la cumbre de un escritor, Jeffrey Eugenides, al que ya jamás perderé la pista.